¿PORQUE MÉXICO ES EL PRIMER LUGAR EN EMBARAZOS DE ADOLESCENTES? Y NO ES POR VIOLACIONES
En los últimos días México fue escenario de dos movilizaciones opuestas, primero la marcha de grupos feministas pidiendo la legalización del aborto, este fin de semana la marcha Próvida a favor de la familia.
Frente a estos dos polos opuestos unos en contra de la vida, mientras otros a favor de la vida, lo más trágico es que nuestro país, ocupa el primer lugar a nivel mundial en cuestión de embarazos entre adolescentes de 15 a 19 años, pero en la práctica hay hasta casi niñas de 12 años. Los datos son proporcionados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, mientras que Naciones Unidas estima un gasto en la salud de las menores y sus hijos equivalente al 0,27% del PIB.
Estos datos duros no pueden ser tomados como bandera abortista por varias razones, la mayoría de los embarazos entre adolescentes, no son producto de violaciones. Y quienes hemos convivido con una gran cantidad de jóvenes, nos damos cuenta de los difíciles problemas a los que se enfrentan, desde la familia y que son los orígenes de tomar decisiones equivocadas.
La violación a una menor debe tomarse con un tema distinto, donde debe de trabajarse de manera muy distinta a la situación que pueda tener una adolescente, que es embarazada bajo el consentimiento de una relación sexual sin precauciones, son temas muy distintos aunque el resultado es el mismo.
Si se quiere acabar con los violadores de menores, se tiene que trabajar con la familia que cada vez más se convierte en fábrica de actuales delincuentes y seres humanos irresponsables. Ver desde el fondo cual es motivo por el cual un hombre toma la decisión de violar a una mujer, sea niña o adulta, sin olvidar que esa persona tiene que ser juzgada por la ley.
La realidad de los jóvenes adolescentes es que están expuestos a una sociedad consumista de sexo, la familia en especial los padres de familia no los acompañan durante sus años caóticos, lo que algunos llaman la “edad chocolate”, donde todo les choca y nada les late. Aquí también se debe trabajar en recuperar los valores familiares, donde debe hacerse despertar el papel del padre y madre como responsables de lo que sus hijos hagan.
No es un trabajo fácil, es cierto pero los violadores no se acabarán con más leyes, si estas no se ejecutan como debe ser, y tampoco los embarazos entre adolescentes disminuirán, si de manera indirecta se le impulsa a una libertad sexual, donde las victimas terminan siendo los adolescentes por una supuesta ideología salvadora, donde al varón se le termina excluyendo de responsabilidades, solo porque la mujer tiene que decidir sobre su cuerpo.
Frente a estos dos polos opuestos unos en contra de la vida, mientras otros a favor de la vida, lo más trágico es que nuestro país, ocupa el primer lugar a nivel mundial en cuestión de embarazos entre adolescentes de 15 a 19 años, pero en la práctica hay hasta casi niñas de 12 años. Los datos son proporcionados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, mientras que Naciones Unidas estima un gasto en la salud de las menores y sus hijos equivalente al 0,27% del PIB.
Estos datos duros no pueden ser tomados como bandera abortista por varias razones, la mayoría de los embarazos entre adolescentes, no son producto de violaciones. Y quienes hemos convivido con una gran cantidad de jóvenes, nos damos cuenta de los difíciles problemas a los que se enfrentan, desde la familia y que son los orígenes de tomar decisiones equivocadas.
La violación a una menor debe tomarse con un tema distinto, donde debe de trabajarse de manera muy distinta a la situación que pueda tener una adolescente, que es embarazada bajo el consentimiento de una relación sexual sin precauciones, son temas muy distintos aunque el resultado es el mismo.
Si se quiere acabar con los violadores de menores, se tiene que trabajar con la familia que cada vez más se convierte en fábrica de actuales delincuentes y seres humanos irresponsables. Ver desde el fondo cual es motivo por el cual un hombre toma la decisión de violar a una mujer, sea niña o adulta, sin olvidar que esa persona tiene que ser juzgada por la ley.
La realidad de los jóvenes adolescentes es que están expuestos a una sociedad consumista de sexo, la familia en especial los padres de familia no los acompañan durante sus años caóticos, lo que algunos llaman la “edad chocolate”, donde todo les choca y nada les late. Aquí también se debe trabajar en recuperar los valores familiares, donde debe hacerse despertar el papel del padre y madre como responsables de lo que sus hijos hagan.
No es un trabajo fácil, es cierto pero los violadores no se acabarán con más leyes, si estas no se ejecutan como debe ser, y tampoco los embarazos entre adolescentes disminuirán, si de manera indirecta se le impulsa a una libertad sexual, donde las victimas terminan siendo los adolescentes por una supuesta ideología salvadora, donde al varón se le termina excluyendo de responsabilidades, solo porque la mujer tiene que decidir sobre su cuerpo.
Angel E. Sarabio Peña
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