¿PORQUE LA IGLESIA CATÓLICA NO SE MODERNIZA?

Esta es una de las principales interrogantes de las nuevas generaciones, frente a temas como el aborto, matrimonios gay, sacerdotisas, en fin la lista es un poco amplia. Se piensa que la iglesia Católica es una de las instituciones retrogradas por no modernizarse.

Vallamos por partes; en primer término tenemos que saber el significado de la palabra modernidad. Modernidad es la simbología de modelo, es decir adaptar lo que se quiere para el momento que se quiere en base a un molde que responda a la necesidad del momento, esto no significa que necesariamente sea bueno o malo para la sociedad.

Es decir, podemos adoptarnos una prenda de vestir porque el momento así exige, no importa si es buena o mala nuestra prenda. Del mismo modo con las ideas, se someten a una modernización, porque la gran mayoría así lo exige, no importa si estas ideas son buenas o malas y perdón por la repetición pero para aclarar.

La modernidad cuando ya no es funcional se desecha para dar paso a nuevas ideas, nuevas modas, nuevos conceptos que en ese momento la misma sociedad lo exija, por conveniencia, por exigencia o por capricho. Es como hablar de las tendencias que en pocas horas se vuelven mundiales, pero así como llegaron se esfuman y entran nuevos temas de que dialogar.

Si la iglesia tomara estos patrones en primer parte, los Evangelios y con ellos la Biblia quedarían obsoletos, y por lo tanto la enseñanza que por muchos siglos ha sido difundida mediante el Magisterio de la Iglesia. Como resultado no se podría definir que es bueno y que es malo, no para la Iglesia si no para la humanidad entera.

Todo cambio debe tener como fin la trasformación de la sociedad, siempre y cuando la dignidad de cada perdona no sea pisoteada, además de que debe prevalecer los Derechos Humanos, de cada persona, porque en muchos temas con los cuales se ataca a la Iglesia calificándola como una institución vegestoría o anticuada, se violan los derechos de los más vulnerables y de aquellos que no tienen voz.

La Iglesia Católica desde su doctrina no está para satisfacer caprichos mercadológicos, financieros o sociales, sino para enseñar un buen camino, y como dicen algunos, si en algún momento la Iglesia se queda sin fieles, no importa porque no se trata de una organización proselitista, donde solo vale el numero de seguidores. Y si en el mundo solo queda un ser humano siguiendo las enseñanzas de Cristo, hay estará la Iglesia.

Angel E. Sarabio Peña